Cómo mantener tus mamparas limpias y relucientes

Cómo mantener tus mamparas limpias y relucientes.

El baño es uno de los espacios más importantes de nuestra casa y también uno de los más expuestos a la suciedad y las bacterias. La humedad, la cal y el moho son algunos de los factores que pueden afectar el aspecto de tus mamparas y platos de ducha, haciendo que pierdan su brillo y aspecto impecable con el paso del tiempo. Si quieres volver a sentir que estrenas ducha o baño, sigue estos consejos:

• Limpia con frecuencia: aunque la frecuencia de limpieza dependerá del uso que le des a tus mamparas y platos de ducha, es recomendable limpiarlos al menos dos veces por semana para evitar la acumulación de suciedad. No es necesario hacer una limpieza profunda cada vez, pero sí un mantenimiento constante que impida que la suciedad se acumule.
• Evita la humedad: la humedad es uno de los principales enemigos de la limpieza y el mantenimiento de tus mamparas en Córdoba. Para combatirla, asegúrate de ventilar el baño adecuadamente y aclara y seca las mamparas después de cada ducha. Utiliza una bayeta específica para cristales, ya que son altamente absorbentes y no dejan pelusas o restos en cualquier tipo de vidrio que quieras limpiar.
• Tratamiento antical: si quieres actuar de forma preventiva o no estás seguro de poder dedicarle todo el tiempo necesario a la limpieza de tus mamparas, opta por una mampara con tratamiento antical incorporado. Con este tipo de tratamientos, la cal se desliza en gran medida por el vidrio, facilitando que con unas simples pasadas tu mampara quede totalmente limpia.
• Utiliza los productos adecuados: utiliza productos específicos de limpieza para mamparas y platos de ducha. Evita el uso de lejía o amoniaco y opta solo por productos neutros. Un jabón neutro es suficiente para dejar tu mampara completamente limpia.
• Mantenimiento adicional: además de la limpieza regular de tus mamparas y platos de ducha, es importante no olvidar otras partes fundamentales para su funcionamiento óptimo. Revisa los perfiles de la mampara al menos una vez al año y engrasa los rodamientos de la puerta cada seis meses para asegurarte de que mantienen un desplazamiento fluido.

Siguiendo estos consejos, podrás mantener tus mamparas y platos de ducha limpios y relucientes como el primer día. ¡No te olvides de cuidar de este espacio tan importante de tu hogar!

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